Peso muerto: ¿Día de espalda o de piernas?

El peso muerto es uno de los ejercicios más completos y efectivos dentro del entrenamiento de fuerza, capaz de trabajar una amplia variedad de grupos musculares al mismo tiempo. Este movimiento no solo mejora la fuerza general, sino también la estabilidad, la postura y la capacidad para ejecutar otros ejercicios con más precisión.

Sin embargo, surge una duda común: ¿Cuándo es mejor realizar el peso muerto? Algunos prefieren hacerlo en el día de espalda, mientras que otros lo incluyen en el día de piernas. En esta publicación, analizaremos las ventajas de cada enfoque para ayudarte a tomar la decisión más adecuada según tus objetivos.

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Realizar peso muerto en el día de piernas

Incluir el peso muerto en el día de piernas permite enfocarse principalmente en los músculos de la cadena posterior, como los isquiotibiales, los glúteos y los cuádriceps. Además, este ejercicio complementa a la perfección otros movimientos fundamentales de la parte inferior del cuerpo, como las sentadillas o los lunges.

Ventajas:

  • Trabajo integral del tren inferior: Al realizar peso muerto en el día de piernas, logras un entrenamiento completo de los músculos responsables de la fuerza y la estabilidad de la parte inferior del cuerpo.

  • Prevención de sobrecarga en la espalda baja: Separar el peso muerto del día de ejercicios de tracción reduce la fatiga acumulada en la zona lumbar.

  • Sinergia con otros ejercicios de piernas: Este enfoque permite combinar el peso muerto con sentadillas, extensiones y curls para maximizar los resultados en el desarrollo muscular.

Al incluirlo en el día de piernas, es importante planificar cuidadosamente el resto de tu programa de entrenamiento para evitar interferencias con la recuperación de otros grupos musculares.

Realizar peso muerto en el día de espalda

Por otro lado, hacer el peso muerto en el día de espalda tiene sus propias ventajas, ya que este ejercicio activa de forma significativa los erectores espinales, los dorsales y los trapecios. Es una elección ideal si tu objetivo es fortalecer y desarrollar la parte superior del cuerpo.

Ventajas:

  • Fortalecimiento de los erectores espinales: Estos músculos clave reciben un estímulo importante, lo que contribuye a mejorar la estabilidad general y prevenir lesiones en la zona lumbar.

  • Complemento perfecto para ejercicios de tracción: Al combinar peso muerto con remos, jalones o dominadas, puedes crear un programa equilibrado que enfoque el desarrollo en la parte superior del cuerpo.

  • Activación del core: El peso muerto también trabaja los músculos profundos del core, mejorando la estabilidad y el control en otros movimientos.

Si decides incluirlo en el día de espalda, asegúrate de ajustar el volumen total del entrenamiento para evitar fatiga excesiva que pueda comprometer la calidad del ejercicio.

Factores clave para decidir

La decisión de realizar el peso muerto en el día de piernas o en el de espalda depende de varios factores importantes:

  1. Objetivos principales: Si buscas trabajar principalmente los glúteos, isquiotibiales y cuádriceps, lo ideal es incluirlo en el día de piernas. Por otro lado, si tu prioridad es desarrollar una espalda más fuerte y estable, el día de espalda es más adecuado.

  2. Fatiga acumulada: Es crucial evitar sobrecargar la columna vertebral realizando peso muerto y sentadillas pesadas en la misma sesión o en días consecutivos.

  3. Planificación equilibrada: Alternar entre el día de piernas y el de espalda en diferentes semanas puede ser una excelente estrategia para trabajar ambas zonas de manera eficiente y equilibrada.

  4. Técnica y ejecución: Independientemente del día elegido, asegúrate de mantener una técnica impecable para maximizar los beneficios y minimizar el riesgo de lesiones.

Variantes del peso muerto

Para diversificar tu entrenamiento, considera incorporar variantes del peso muerto, como el peso muerto sumo, el peso muerto rumano o el peso muerto con trap bar. Estas alternativas te permiten trabajar diferentes áreas musculares, reducir la tensión en ciertas zonas y mantener la motivación al variar los estímulos.

También podrías programar un día específico para la cadena posterior, donde el peso muerto sea el ejercicio principal, seguido de otros movimientos complementarios como buenos días, hiperextensiones o swings con kettlebell.

Conclusión

En definitiva, el peso muerto es, sin duda, un ejercicio fundamental que debería estar presente en cualquier rutina de entrenamiento. Tanto si decides realizarlo en el día de piernas como en el día de espalda, lo importante es integrarlo de manera estratégica, teniendo en cuenta tus objetivos, el volumen total de entrenamiento y la necesidad de recuperación.

Con una ejecución adecuada y una planificación consciente, el peso muerto se convertirá en una herramienta indispensable para mejorar tu fuerza, estabilidad y composición corporal.

EntrenamientoRaúl Poveda